Día mundial de las personas sin hogar: la mitad son de origen extranjero

21/11/2017

“Hay líneas que son muy fáciles de cruzar. La línea que separa tu casa de la calle puede ser tan fina como una hoja de papel. Cualquiera de nosotros puede acabar en una situación de sinhogarismo”. Esta es una de las reflexiones del protagonista del video de Sant Joan de Déu, que se ha difundido para sensibilizar sobre esta situación que afecta al menos a 25.000 personas en toda España y a más de 1.000 en Barcelona.

La Orden Hospitalaria de Sant Joan de Déu, que forma parte del patronato de Bayt al-Thaqafa, ha atendido durante el 2016 a 7.726 personas sin hogar en los centros que forman parte de la Provincia de Aragón-San Rafael.

Des de Bayt al-Thaqafa también atendemos a muchas personas que viven en la calle, la gran mayoría jóvenes inmigrantes, que han llegado a Barcelona siendo menores de edad no acompañados y una vez cumplen los 18 años han quedado fuera del sistema de protección de la infancia, o bien, jóvenes mayores de edad que no pueden acceder a una vivienda. Justamente los pisos de acogida residencial temporal que tiene la fundación, tienen por objetivo dar una respuesta inmediata a esta necesidad y, en paralelo, dar el apoyo y acompañamiento necesario para que las personas puedan empoderarse y salir adelante con un proyecto vital propio, también con acceso a una vivienda digna.

De hecho, la mitad de personas sin hogar que viven en Barcelona son de origen extranjero, según los datos del informe del Ayuntamiento “La situación del sinhogarismo a Barcelona. Evolución y políticas de intervención 2015”. Así, el 47’47% es de origen extranjero no comunitario, el 41’63% tiene nacionalidad española y el 10’90% es de origen extranjero comunitario.

Con un 22’3% de personas en riesgo de exclusión social en España y casi un 6% en situación de precariedad severa, des de Sant Joan de Déu consideramos que hace falta afrontar la situación y actuar en tres frentes básicos:

Políticas sociales para un estado del bienestar que garantice los derechos básicos.
Activación de los derechos y desactivación de la desigualdad social: la sociedad en su conjunto se tiene que movilizar para exigir al gobierno la construcción de una sociedad sin desigualdades sociales desestabilizadoras y en la que todas las personas tengan posibilidades reales de acceso a los derechos.
Reformas estructurales que comporten el derecho a la vivienda digna, fomentando mesuras de alquiler social.