Día Internacional de las Personas Migrantes: los obstáculos para la plena inclusión en la ciudad de Barcelona

16/12/2022

El día 18 de diciembre se conmemora el Día Internacional de las Personas Migrantes. La Asamblea General de las Naciones Unidas lo proclamó en el año 2000 motivada por el interés de la comunidad internacional de proteger de forma efectiva los Derechos Humanos de todas las personas migrantes, en un momento histórico en el cual las migraciones internacionales experimentaban un crecimiento considerable. A día de hoy, aun así, 22 años después, falta todavía recorrer mucho camino para lograr una sociedad plenamente inclusiva.

Este año, por segunda vez, la Fundació Bayt al-Thaqafa ha formado parte del proyecto “Retos para la Inclusión de las Personas Migrantes en España” 2022, impulsado por la federación Red Acoge gracias a la financiación del Ministerio de Derechos Sociales y Agenda 2030. El proyecto tiene por objetivo realizar un diagnóstico de la situación de las personas migrantes en el estado español, y la misión de Bayt al-Thaqafa ha sido incorporar los datos que obtenemos de nuestras actuaciones en la ciudad de Barcelona. Es precisamente esta naturaleza integradora de diferentes realidades locales lo que da más valor al proyecto, ya que la comparación del estado de la cuestión en diferentes territorios, así como las medidas que toman las administraciones y entidades en cada región concreta, crea sinergias y aumenta el corpus de recursos y metodologías de todas las organizaciones que participan. En segundo lugar, el proyecto tiene la intención de escuchar a las personas migrantes -un colectivo que a menudo se ve privado de voz pública- y recoge propuestas  de cambio en la legislación que las mismas personas migrantes sugieren.

Retos para la Inclusión de las Personas Migrantes en España 2022 recoge vulneraciones de 4 ámbitos fundamentales, como son la acogida y proceso de regularización de la situación administrativa, el derecho a la vivienda, el derecho a un empleo digno  y el derecho a una atención sanitaria de calidad. Mediante conversaciones con las personas que vienen a nuestra entidad, grupos focales y buzones de sugerencias, hemos recogido indicadores de los 4 ámbitos mencionados en función del país de origen, el sexo, la edad y la situación administrativa de la persona. De este modo, se interseccionan diferentes ejes de posible discriminación y se ve en qué situaciones juegan un papel determinante. Por lo que respecta a los resultados obtenidos a nivel estatal, Red Acoge publicará un informe con las principales conclusiones y propuestas, pero desde Bayt al-Thaqafa podemos avanzar la situación de las personas que han pasado por la entidad a lo largo de 2022.

Vulnerabilidades en clave de género

Las mujeres migrantes han manifestado vulneraciones específicas vinculadas directamente al hecho de ser mujeres, y según los datos obtenidos, sufren más vulneraciones que sus homólogos masculinos. En primer lugar, en cuanto a los obstáculos que las personas migrantes han expresado en relación a la acogida, vemos como casi tres cuartas partes de las personas con estatus administrativo irregular se encuentran en esta situación por no poder demostrar una estancia superior a 3 años o por no contar con una oferta de empleo. Tanto las mujeres como aquellas personas entre 17 y 30 años se ven especialmente afectadas por estas barreras. Y es que la falta de medios económicos provoca en las mujeres obstáculos en múltiples ámbitos. Aquellas personas que no pueden reagrupar a sus familiares por falta de medios económicos son en un 80% mujeres.

El siguiente ámbito es el acceso a la vivienda. Una vez más, la situación económica se mantiene decisiva, ya que un 59% de las personas que han manifestado imposibilidad de acceder a una vivienda digna se encuentran en esta situación a causa de no tener suficientes medios económicos o un contrato laboral que sirva de garantía a los propietarios del inmueble. Un alarmante 15%  se encuentra en esta situación a causa de múltiples discriminaciones (lugar de origen, familias monomarentales…). En cuanto a la dificultad para pagar suministros básicos, el servicio del cual se decide prescindir primero es el internet, seguido del agua y la electricidad. En análisis en clave de género nos descubre una vez más nuevas diferencias, y es que mientras que los hombres suelen vivir más en viviendas inadecuadas o en condiciones de hacinamiento, las mujeres tienen a vivir en viviendas inseguras, como aquellas ocupadas.

En tercer lugar, analizamos los derechos laborales. Las personas en situación administrativa irregular se ven sobrerepresentadas en este indicador, fenómeno que se puede atribuir a unas condiciones laborales que no permiten regularizar la situación o la necesidad de empleo para garantizar regularización, que obliga a las personas a aceptar condiciones laborales muy duras. Aquí encontramos otra diferencia en función del sexo, ya que los hombres son más vulnerables a trabajar sin contrato, mientras que a las mujeres se les tiende a hacer un contrato con condiciones que posteriormente no se cumplen. A continuación, de las situaciones de violencia que manifiestan las personas migrantes en el ámbito laboral, un 61% experimentan violencias a causa de su condición personal o social, donde se engloban el racismo, la xenofobia, el machismo y la homofobia, entre otros.

Finalmente, en cuanto a los impedimentos que se encuentran las personas migradas a la hora de ser atendidas en instituciones médicas, destacan sobre todo una barrera idiomática que impide comunicar exitosamente tanto las afectaciones como los diagnósticos, y la necesidad de estar empadronado para acceder a atención médica. Algunas mujeres han manifestado una atención médica deficiente, basada en la medicalización del control emocional y la dificultad para expresar lo que sienten a una persona de diferente bagaje sociocultural.

Desde Bayt-al Thaqafa hacemos un llamamiento a trabajar para acabar con cualquier situación de discriminación que se produzca por el hecho de no haber nacido en territorio estatal, e instamos a la ciudadanía y a las instituciones públicas a velar por el bienestar de la totalidad de las personas residentes en el territorio. Está en manos de todos y todas construir una sociedad justa e integradora que garantice el cumplimiento de los Derechos Humanos a todas las personas.

Autor: Nil Requena, técnica de Interculturalidad de Bayt al-Thaqafa.

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