La historia de Gufran

28/12/2020

Gufran llegó a España hace unos meses con su mujer y su hija huyendo de la persecución de la que era objeto en su país por formar parte de una minoría étnica. Desde el aeropuerto de Madrid, la familia se trasladó a Salamanca, a casa de una amiga. Entonces iniciaron los trámites para solicitar la protección internacional y se les trasladó a un hotel. Recuerda esos momentos como complicados, descubriendo, adaptándose a una cultura nueva, y sin conocer la lengua.

A la ya difícil situación, se añadió el decreto del estado de alarma, provocado por Covid-19. Gufran, su mujer y su hija pasaron el confinamiento en una habitación de hotel, lo que no fue fácil con una niña pequeña. En julio se les comunicó que se les trasladaba a Barcelona, donde se les podía facilitar un alojamiento de los que gestionamos en Bayt al-Thaqafa en nuestro programa de Acogida temporal a solicitantes de protección interancional. Esto supuso un alivio para la familia, ya que podía disponer de un piso y empezar así su proyecto de vida en el territorio de acogida.

Al llegar a Barcelona tuvieron un buen recibimiento. Les gusta la ciudad. Gufran, diseñador gráfico  -dirigía una empresa de diseño en su país- disfruta de una ciudad llena de arte, de arquitectura. Le gustaría encontrar en Barcelona un trabajo de su sector. Pero, ahora mismo, no puede formarse ni homologar sus estudios, aunque cuenta con una amplia experiencia de sus trabajos anteriores con clientes internacionales. La familia disfruta también de los barceloneses y barcelonesas. Consideran que han encontrado una buena acogida, no han sentido racismo. Creen que en la ciudad condal la gente tiene una mente abierta y es acogedora.

En Bayt al-Thaqafa, Gufran y su mujer iniciaron las clases de castellano. Además, desde nuestra entidad se le propuso a Gufran entrar en el proyecto de parejas lingüísticas, en el que participan personas voluntarias de los Equipos B de Red Acoge.

Más allá del aprendizaje de la lengua

Gufran y Jorge, su pareja lingüística, se encuentran uno o dos días por semana. Ambos comparten la pasión por aprender. Descubren Barcelona, hablan de sus culturas, de sus experiencias, de sus formas de entender la vida,… Mientras, Gufran mejora su dominio del castellano de una forma distinta: desde el acompañamiento, estableciendo vínculos.

Participar en el proyecto de parejas lingüísticas le ha permitido a Gufran no sólo mejorar su conocimiento del castellano sino que ahora, además, se siente seguro cuando tiene que comunicarse, en cualquier lugar y situación. Para Gufran, Jorge es su profesor y su amigo.

De la relación entre las personas voluntarias de los Equipos B y las personas solicitantes de protección internacional surgen, a veces, grandes amistades, pero lo que sí se genera siempre es un intercambio enriquecedor para ambas partes.

 

Bayt al-Thaqafa gestiona el Programa de Acogida temporal a solicitantes de internacional como miembro de la federación Red Acoge. El programa está financiado por el Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones y el Fondo Social Europeo.

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